me encuentro enredada entre poesías
de aquel Mayo, sueños recién nacidos
entre azahares titilantes.
Rocíos de tristeza y decepción,
noches estrelladas que parecían no tener fin,
lluvias cargadas con destellos de perdón.
Ahora somos miradas jugueteando a perderse
para tener que encontrarse,
pero no nos decidimos a marcharnos.
Cuerpos conociéndose y reconociéndose,
mentes que se cuestionan actos y sentimientos,
magias combinadas bajo las mantas
creando fuegos artificiales.
Mañana seremos o quizás fuimos
pedazos de vida, a momentos serás risa,
pero no podrás no ser nada.
¿Quién sabe qué traerá el futuro?
Ya deberías saber que tu siempre serás parte de mi historia.