Este día he conocido gente hueca que no piensa en demasiadas cosas aparte de verse bien, y a otra gente intelectual y altruista. Bien supongo que es parte de la diversidad que nos ofrece este mundo, y eso no está nada mal porque puedo ver las diferencias; ya sabré que tomar de cada persona (no literal, me refiero a la experiencia). Como sea también me tocó correr como loca y en tacones por la calle para no ser atropellada al intentar cruzar una transitada avenida de esta calurosa ciudad.
Y, para sorpresa encontré entre la multitud a un querido amigo que no veía en mucho tiempo; me encantan esos encuentros inesperados con gente a la que aprecias demasiado ¿Apoco no hace el día un encuentro como esos? Estoy empezando a convivir con más gente (de nueva cuenta) lo cual creo que está empezando a aportarme cosas buenas, quiero más experiencias, más gente, ¡Más cosas nuevas!
Aunque por otro lado, pronto tendré que despedir a alguien al que me costará trabajo hacerlo; pero estoy muy segura de que a él también le aguardan muchas aventuras allá afuera, y quiero que las viva todas; a su manera si así tiene que ser, pero que las viva.
Para terminar el día he compartido con un viejo amigo (una persona genial, loca y extravagante), una plática común y a la vez no; tocamos temas complejos con semejanzas simples.
El resultado obtenido fue:
"Las cosas son mejores cuando se comparten, aunque sólo sean unas galletas con chispas de chocolate".
Parece algo tonto, pero es ¡tan cierto! A veces las cosas más simples como compartir una sonrisa, una broma, un lápiz, o cualquier cosa por estúpida que parezca nos hacen sentir mejor; y es más genial cuando encuentras una persona con la cual puedes compartirlo todo.
Creo que pronto me volverán las ganas de compartirlo todo, pero mientras tanto a llenarnos de experiencias y emociones.
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