domingo, 22 de mayo de 2011

Le Petit Prince



Uno de mis libros favoritos es El Principito de Antoine de Saint Exupéry. Es un libro que en lugar de mi niñez descubrí en mi adolescencia, y la verdad no sé porque tardé tanto en leerlo, pero que bueno que al final lo hice. Cada vez que lo leo me da la impresión de haber omitido algo la última vez, y después me encuentro sorprendida. Es un libro que TODOS deberían leer al menos una vez en la vida, es un libro que toca temas bastante complicados con una sencillez y elegancia sin igual; sí, es un libro escrito para niños, pero cualquier adulto puede aprender de el. Generalmente somos los adultos quienes no comprendemos las cosas, somos quienes olvidamos la verdadera razón de vivir; y es que en esta vida en la que todo (o la mayoría) de lo que hacemos es dormir, trabajar y comer. Ni siquiera nos permitimos damos cuenta de nada más; y no quiero empezar a hablar de lo egoístas que podemos llegar a ser los humanos, ni tampoco de cómo nos encanta sentirnos solos e incomprendidos; suficiente he tenido en los últimos días de las acciones que producen en las personas esta clase de cosas, mejor dicho sentimientos. Ah, no quiero salirme del tema, no quiero desviarme...

En el libro puedo identificar a gente con la que convivo a diario; me puedo identificar a mi misma. Pero obviamente son los "problemas" que cada uno de nosotros carga con los que nos puedo identificar; si conozco gente borracha y adicta al trabajo, gente coda y hasta uno que otro que no sabe cómo amar (ok, quizá yo también entre dentro de esta categoría, últimamente no estoy muy segura...). Puedo ver cómo el autor ha logrado plasmar la esencia de la vida clara y nítida, y eso a veces me duele. Me duele porque veo que no soy nada más que un simple humano, que lo único que me da valor en el mundo son los lazos que creo a mi alrededor, y que cuando todo lo que tenga algún lazo conmigo desaparezca no habrá recuerdos, ni vida. El final del libro es algo que siempre me inquieta y es cuando pienso si en verdad es este un libro para niños; el amor a su flor única en el universo, lo orilló a tomar una decisión bastante fatalista. ¿Qué pasa cuando el amor o el dolor es tanto como para dejar atrás todo? Cuando te vas eres consiente de todo lo que dejas atrás, y cuando sabes que de verdad no volverás te despides. ¿Por qué tenemos la necesidad de despedirnos? Quizá porque queremos que los demás noten nuestra ausencia, quizá al irnos eso es lo que más deseamos. El olvido, el olvido al irnos es lo que más tememos. ¿Por qué le tenemos miedo al olvido? La memoria no es una amiga fiel, por lo menos no para mí; es traicionera, interpreta siempre las cosas a conveniencia, y esto quizá sea bueno para mi paz mental y espiritual. Maldición creo que he perdido completamente el rumbo en esto...

Esta es una de las frases que no he podido sacar de mi cabeza desde la primera vez que leí a El Principito.

"No supe comprender nada entonces. Debí haberla juzgado por sus actos y
no por sus palabras. Me perfumaba e iluminaba. ¡Nunca debí haber huido!
Debí haber comprendido su ternura, detrás de sus pobres astucias. ¡Las
flores son tan contradictorias! Pero yo era demasiado joven para amarla".
Antoine de Saint Exupéry



1 comentario:

  1. No podía dejar de leerlo... no podía dejar de decirte que tus palabras sueltas en el aire son lindas, como cuando ves una persona con algún toque especial mientras caminas... que no puedas evitar mirar.
    Buena reflexión...

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