
Veo cómo hacen que me aleje
de todo aquello que deseo;
 me apartan cada vez más.
Mi vida sigue una rutina 
que no quiero seguir, 
pero de la cual no puedo escapar;
y de los hilos vuelven a tirar.
Mis movimientos torpes, 
mis caídas dolorosas; 
brincos y piruetas. 
Unas manos ajenas 
tejen mis penas,
y siembran en mi alma 
el absurdo desconcierto.
No reconozco la cara
porque nunca la he visto;
y si yo tan solo hablara,
rompería este hechizo.
¿Y si en esta vida no somos más que títeres,
los hilos quién los sostiene?
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