Estas fechas ya sea porque ser el cierre del año o quizás por el frío, la soledad se hace más presente y los pensamientos van de lleno a cosas que sucedieron y los motivos del por qué han sucedido. Aunque últimamente me pregunto más qué es lo que ha tenido que suceder para terminar en donde ahora estoy, ciertamente han tenido que suceder bastantes cosas.
Ahora mismo no podría decir que me encuentro en el lugar que quiero, definitivamente no. Se van pintando en el horizonte nuevos planes en el que no se ve incluido un asentamiento, pero eso sea quizás lo que falta; salir a descubrir el mundo con otros ojos.
El pasado en realidad ya no importa, si pude haber tenido otra vida en mi tierra natal, si no hubiese ocurrido aquella crisis económica, si me hubiese mudado a otra ciudad, si no hubiera conocido a mi mejor amiga, si mi hermana hubiera cumplido con la promesa de quitarse la vida, si hubiese continuado soñando con desaparecer, si hubiera estudiado otra carrera, si estuviera ahora prometida de aquel chico mayor, o si supiera decidir mejor... El pasado no se puede cambiar.
Veo lo que tengo ahora: un poco de juventud, de esa aún me quedan unos años; algunos sueños no tan desechos, más o menos un corazón, casi nada de dinero, y algo de voluntad.
¿Qué es lo que quiero hacer con eso?
P.D. El gordito rojo no ha dejado sólo carbón.